domingo, abril 16, 2006

BAFICI - Crónica III

Primer Sábado de Bafici. Vi una sola peli hoy: "Reflections", taiwanesa, del director Yao Hung-I. Por lo que leí hoy domingo en el diario del festival, de las de la Competencia Oficial, es una de las mas votadas por el público. Bueno, aquí en este festival hay mucho público que adora los films de oriente. Yo mismo me puedo considerar uno de ellos porque en general me gusta mucho el cine japones, el chino y el de otros países de ojos rasgados.
Hay una cierta tradición de cine oriental que se caracteriza por un tempo bastante moroso, como que por momentos se hace muy lento y si uno no anda bien dormido, puede provocar un efecto cabeceo. Sabido es que hay mucha gente que está en contra de este estilo, los que dicen que el cine debe ser acción permanente. Bueno, estamos acostumbrados a la escuela del cine comercial yanqui. Pero yo creo que la lentitud puede ser una virtud cuando los personajes, la historia, cargan con muchos significados aunque estos no se brinden de manera ágil. Y cuando la puesta en escena, el movimiento y la gestualidad de los personajes crean un clima. Cosa que nunca pasó con "Longing", tal vez por eso a mi me resultó aburrida.
En el caso de "Reflections" hay un clima, aunque por momentos también se pierde - esto siempre a mi modesto entender -. Sin embargo esos "baches" no llegaron a resultarme insoportables.
Creo que es muy difícil entender de que manera viven los distintos estados emocionales las personas de otras culturas, inclusive de otros países diferentes al nuestro. Por eso nos resulta raro a veces entender como se manejan esos estados emocionales en los personajes, por ejemplo, del cine oriental. Partiendo de esa base, siempre se nos va a hacer cuesta arriba la visión de sus obras. Yo que ya he visto mucho cine oriental creo que puedo entender un poquito mejor, pero tampoco tanto.
"Reflections" es sobre dos chicas amigas y "medio novias" si se me permite este concepto extraño, y estas chicas parecen ser felices hasta que una empieza a salir con un chico que, a la postre, fue novio de la otra tiempo atrás. Y ahi empiezan como siempre los quilombos, las culpas, las angustias, los sentimientos de soledad, que por otro lado tan bien refleja el cine oriental. Si bien he visto mejores sobre estos asuntos, se puede decir que la peli es buena. Uno no sale defraudado del cine, y esto, en este festival tan ecléctico, ya es bastante.
Todavía me quedo pensando en "Transamérica" y a medida que pasa el tiempo me parece más mala esa película. Creo que utilizar la transexualidad para intentar militar en las filas de lo "independiente" es bastante trucho, sobre todo teniendo en cuenta que es una película absolutamente comercial, con todos los clichés del género y destinada a un público masivo. No es película de festival, a mi juicio.
En fin, me fui de tema. En la próxima crónica, día domingo.

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