jueves, noviembre 09, 2006

Mamá, tengo que decirte algo

Mamá, tengo que hablar con vos. Bueno hijo, de que querés hablar. Mamá tengo que decirte algo. Que? Mamá, soy heterosexual. Estuve pensando mucho antes de decírtelo, porque me parecía que tal vez te resultaría difícil aceptarlo. Bueno hijo, quiero que sepas que yo te voy a aceptar, seas lo que seas y tomes las decisiones que tomes. Sos mi hijo, nunca te voy a quitar mi apoyo. Gracias, mamá, no sabés como me tranquiliza, porque se que por más que seas una persona de mente abierta, a veces los padres se ilusionan con un hijo perfectamente gay, el cual pueda un día venir y presentarles a su pareja, inclusive verlos felices besándose en la boca durante la cena o el café en el sofá del living. Y te juro mamá que si bien traté de fijarme en chicos, inclusive intenté tener algo con algunos pero no funcionó mamá, desde chiquito supe que me gustan las mujeres, aunque traté siempre de ocultarlo, tal vez porque yo mismo creía que era algo que estaba mal. Mirá hijo, a mi no me interesa lo que hagas en tu vida privada, es lo mismo que si vos me preguntaras como es el sexo entre tu papá y yo, dicho sea de paso te digo que hace años que no tenemos, soy frígida y a tu papa no se le para (por lo menos no conmigo), y yo se que vos fuiste siempre respetuoso y sabés que hay un limite y que la intimidad es sagrada para cada uno. No sabes lo bien que me hace escucharte mamá, realmente creí que iba a ser mucho más difícil para vos entenderlo. Siempre te voy a apoyar, hijo. Y como crees que lo va a tomar papá? Bueno hijo, vos sabes que para un hombre siempre es más difícil, el padre siempre sueña con el hijo bien trolo, con ese que lo pueda acompañar a un buen Cine Porno a cojer a escondidas con otros putos, compartir esas cosas que solo dos hombres pueden compartir, y mas un padre y un hijo. El siempre hubiera querido ir a los boliches gays con vos, sentirse orgulloso de lo bien que te harías romper el culo por un par de negros cabezas en el baño de Constitución, como el mismo alguna vez lo hizo. Y así repetir esos rituales, que, no creas que a mi me parecen muy buenos, pero formar parte de una tradición de masculinidad que los hombres siempre quieren ver continuada en sus hijos. Bueno mamá, pero en el fondo es lo mismo, a mi me gusta cojerme las trolas de Constitución, inclusive cojerme a las menos agraciadas y hacerlo en hoteles decididamente sórdidos o en la calle mismo. Bueno hijo, eso es lo que no me gustaría, que por ser heterosexual hicieras cosas promiscuas, creo que podes ser heterosexual pero tratando de cuidarte y saber con quien lo hacés. Pero mamá, tenes que entender que está mal que la gente asocie heterosexualidad con promiscuidad, son prejuicios terribles que tenemos que ir desterrando. Si ya se, no te olvides que para nosotros es más complicado, fuimos educados en una época donde la heterosexualidad estaba mal vista, y vos sabes que difícil es cambiar cosas que desde chiquito te repiten permanentemente. Si, entiendo mamá. Pero no te preocupes hijo, siempre te voy a querer. Gracias, mamá. Ojalá algun día puedas conocer a mi novia, ella es una chica que trabaja de puta en los bosques de Palermo. No sabés mamá, ella es encantadora, estoy seguro que se van a llevar bien. Bueno hijo, dame tiempo. Dame tiempo.

11 comentarios:

mariano dijo...

está muy bueno esto, henry. la idea es muy graciosa. hay (si querés te lo presto) un cuento de Martin Amis que desarrolla un tema muy parecido.

Henry dijo...

Gracias, Mariano. Como no, acepto el préstamo.

Ruth dijo...

Una vuelta de tuerca muy irónica, me gusta.
Salud

Henry dijo...

Salud y gracias.

Alejandro dijo...

Me gusta mucho!
Una vez me lo puse a pensar, digo, ese dialogo, si yo fuera y dijera mi vieja: Ma, soy heterosexual.. y me dijera que esta mal, y que me reviente a palos...
Creo que la madre acepta muy bien al hijo, pero me encanta!
Atte:
Alejandro Villa....

Henry dijo...

Gracias, Sr. Alejandro. Es verdad, la madre lo acepta, pero lo acepta con la falsedad implícita, clásica de estos casos. Fíjese si no la última línea, el "Dame tiempo".

LU dijo...

muy bueno. sobre todo esa ultima oracion, porque como bien dijo, echa por tierra todo posible acercamiento entre madre e hijo.

Henry dijo...

En realidad los acercamientos siempre son falsos partiendo de la base de la hipocresía social, lo políticamente correcto. El discurso "comprensivo" de una madre de hoy puede ser tan repulsivo como el discurso directamente conservador. Siempre hay algo que aceptar y siempre hay algo que rechazar, asi son las cosas.
Gracias por comentar.

Henry dijo...

Gracias! No me esperaba tantos comentarios elogiosos.

P.S. dijo...

bueno, usted sabe que me gustan este tipo de textos. Así que también me sumo a los elogios.
saludos

Henry dijo...

Muchas gracias de nuevo.