miércoles, febrero 28, 2007

El fin de una etapa

A las 10 y media de la mañana, hice por última vez un recorrido transitado infinitas veces en estos 7 años. Uruguay, Montevideo, Quintana, Rodríguez Peña. Si, no se rían, no es un poema de Borges. Y ahora estoy aca en mi ya ex oficina. Por última vez veo las paredes, veo los muebles, escucho el ruido del ventilador Yelmo, el murmullo de la calle. Todo está en silencio, como la mayoria de las mañanas aquí dentro. Estoy solo. Los demás vienen después del mediodía, como siempre.
Es la primera vez en la vida que no siento nostalgia. Recuerdo las últimas caminatas por los pasillos de mi colegio, recuerdo la melancolía de despedirme de un lugar en el que había vivido 5 años, que no habrán sido demasiado felices pero tuvieron sus instantes amables, divertidos, aquellas charlas con los amigos que aún hoy quiero. Me había pasado algo similar cuando fui a buscar el boletín de séptimo grado a mi escuela primaria. También aquella vez, llorando, recorrí cada una de las aulas, de los pasillos. Etapas que se terminan, afectos que quedan, cosas vividas, si, la vida misma.
Pero ahora no. Miro estas paredes, miro a traves de la ventana el Palacio Duhau, el enorme gomero de la esquina cuyas centenarias ramas casi entran a mi oficina si abriera la puerta. No siento nada.
Se que con el correr de los años uno envejece, se pierde el romanticismo. Cualquiera me dirá que es lógico, no voy a extrañar un lugar en el que sufrí demasiado y por mucho tiempo. No se puede extrañar un lugar del que uno quiso irse desde hace tanto.
El hombre es un animal de costumbres. Tal vez el cafe con leche de las 10 y 15, los almuerzos con Delia, los tiempos muertos para escribir en la calma y el silencio de este edificio, de este antiguo y hermoso palacio de la vieja aristocracia.
En fin, lo cierto es que debería estar feliz. Se terminó el oprobio. Se terminó el odio, la estupidez, la mediocridad, el trabajo improductivo, la hipocresía.
Pero no puedo estar feliz porque mi futuro es incierto. Porque tal vez pase demasiado tiempo sin poder vivir de lo que quiero. No tengo demasiada ayuda, salvo el amor de mis seres queridos. No tengo el apoyo de una familia, tal vez a mi edad no debería pedirlo tampoco.
Deberé salir a buscar mi futuro.
Hoy se cierra una etapa. Ojalá la felicidad llegue. Pero si bien hoy debería festejar, no tengo ánimo.

martes, febrero 27, 2007

Mendigo de futuro

Hace unos pocos instantes, cuando salía de mi edificio, un hombre estaba tirado durmiendo casi en la puerta de entrada.
Pensé que podría ser el próximo.
No claro, yo no, tengo una casa, o una familia ...
Alguien me va a ayudar ...
Es tan terrible la sensacion de no saber que va a pasar mañana ...

viernes, febrero 02, 2007

Solo una cosa no hay, es el recuerdo

Hoy revolviendo entre viejos papeles, ya que decidí hacer una limpieza profunda de mi casa, encontré un poema, escrito en un pedacito muy chiquito de papel, un recorte de una hoja de carpeta, del tamaño de un subtepass, y resulta que no pude saber si era mío o de mi amigo Román, o de otra persona.
Es extraño, pero apareció así, entre cosas que no tenían nada que ver, y no puedo saber su origen

"Los ojos son pequeños
oscuros
absolutos
en la concava noche
a su tangencial mirada
liberan"

El misterio sobre su autoría perdurará, pero secretamente pienso (y deseo) que sea mío.

jueves, febrero 01, 2007

Cuando uno mismo se va ...

Buenos Aires, jueves 1º de febrero de 2007.

Señor Presidente de la
Academia Nacional de You know
Dr. I really don't care
S / D
De mi mayor consideración:
Por la presente cumplo en dirigirme a Ud. a fin de presentar mi renuncia, a partir del día 28 de febrero de 2007, al cargo de .........
Sin más, lo saluda a Ud. muy atentamente
Henry More
DNI 1.000.000 de amigos no tengo
Letras en un papel. Tintas que se borronean, hojas que se tornan impasiblemente amarillas, firmas, documentos en carpetas que algun día irán a parar a algun cinturón ecológico.
Una renuncia en un papel no es nada.
Un matrimonio en un papel no es nada.
La escritura de una casa no es nada.
Los billetes de curso legal no son mas que un papel con unos caprichosos colores y con unas aún más caprichosas sumas de algo equivalente a otra cosa que ...
Las leyes se escriben en un papel. Las Constituciones Nacionales también.
Los papeles le dan tanta importancia a las cosas. Estoy mirando mi renuncia, el papel con el texto y mi sagrada firma, con un sello, con dos sellos ...
No se puede escribir todo lo que va a pasar, las sensaciones, los odios, las felicidades, las nostalgias, no hay palabras ni papeles ni un carajo que pueda dar testimonio de horas extraordinarias, de momentos en los que pasan cosas ...
Renuncié.
No se bien a que
Nunca estuve seguro de nada
Renuncié a muchas cosas sin papel
Ahora renuncio con papel pero me parece que todo es absurdo. Hacia falta un papel? No podía yo un buen día irme, como el marido que le dice a la mujer que se va a comprar cigarrillos y jamás regresa?
Renuncié.
Tal vez el papel se remate, años posteriores a mi muerte, en una lujosa tienda de remates a una suma importante de dólares.
Tal vez en el futuro, mi hija Merceditas tenga una nieta, vivan en el exilio en Boulonge sur mer y solo les haya quedado como toda herencia un puñado de papeles míos, entre los cuales estará esta renuncia. "Déjala jugar con mi renuncia, Merceditas, de que sirven las renuncias si no pueden calmar el llanto de una niñita?"