domingo, abril 23, 2006

BAFICI - Crónica VI

Martes 18. A las 17:15 estuve en el Abasto para ver "Last Chants for a Slow Dance (Dead End)", de Jon Jost. Me intrigaba conocer algo de la obra de este director realmente independiente. Jost estuvo en la sala y contó como hizo este film con solo 3000 U$S, lo cual, además de ser un mérito, generaba una intriga por saber como pudo hacer algo con tan poco.
"Last Chants ..." es una película con formato de road movie. Y casi como toda road movie, la incertidumbre por el destino final del recorrido es uno de los móviles de la historia. En este caso tenemos un protagonista que, como un prototipo de marginal, no se lleva demasiado bien con el mundo exterior. Este hombre, de unos 30 años, es un tipo que indudablemente no está bien "de la cabeza". Ya en el diálogo inicial con un chico al que levantó haciendo dedo en la ruta, se nota que este tipo no está muy bien. Habla rápido, su vocabulario es muy precario, sus ideas son muy rústicas y su risa nerviosa anticipa su lado psicótico. Pronto descubrimos que este buen hombre tiene mujer e hijos, y que los abandona por largos períodos de tiempo en los cuales se dedica a vagar por las rutas y los pueblos con su camioneta, a tomar mucho alcohol y tener mucho sexo. Por supuesto que no tiene trabajo y no parece muy predispuesto a tener uno. No es muy difícil notar que es el típico excluido por el sistema, y en este caso, está bastante explícita la intención del director de mostrar que es lo que hace el Estado de su país con individuos como éste.
La cosa es que este hombre cada vez puede sostener menos su realidad, la sociedad y el mundo exterior son cosas que paulatinamente le van resultando enemigos con los que no puede mas que chocar frontalmente, pero obviamente eso lo lleva hacia su disolución. El asesinato que comete al final nos dice claramente como este hombre tuvo que matar para romper definitivamente con la sociedad, cometer un acto psicótico que lo llevó a traspasar los límites para siempre.
Es una película muy buena por lo que cuenta, por la descripción de su personaje, por el conflicto con lo social. El bajísimo presupuesto con el que fue filmada demuestra que cuando hay inteligencia no se necesita mucho. Obvio que la película tiene defectos. Pero son perdonables.
Luego, a las 22:30, en el Atlas Recoleta, vi "Linda, Linda, Linda" del director japonés Nobuhiro Yamashita, del que ya había visto en el BAFICI 2004 su película "Ramblers". Debo decir que aquella película me gustó mucho. Este Yamashita me sorprendió con ese film que tenía un contenido existencial interesante en clave de comedia con un humor muy bueno.
"Linda, Linda, Linda" tal vez no sea tan buena como "Ramblers". Es una opinión personal. De todos modos "Linda, ..." es una muy buena comedia, de esas como las de antes que desgraciadamente la industria yanqui no hace más, porque el público ya se ha mediocrizado lo suficiente como para solo aceptar películas intolerables al estilo La guerra de las galaxias.
Pero volviendo al tema, esta peli trata sobre tres chicas que tienen una banda de música en el colegio y que pierden a la cantante por una pelea con una de ellas. Medio de casualidad consiguen a una chica que la reemplace. El tema es que la chica es una estudiante coreana que todavía no domina muy bien el japonés, y que tampoco domina muy bien la técnica vocal (por no decir que no la domina directamente). Como se verá, ya tenemos los suficientes elementos como para una comedia divertida. El director los explota muy bien. La relación de las chicas con su compañera coreana y la personalidad de ésta están muy bien construidas. Es una comedia, casi musical, y destinada a un publico adolescente. Como me gusta la música y soy un adolescente que no se resigna a renunciar a su adolescencia ya un poco vieja, la peli me gustó. Me divirtió. No entiendo como aún los genios de los mercados no entendieron que estas películas podrían tener éxito aquí. Bueno debe ser la vieja cuestión del monopolio de las distribuidoras, la gran mierda que hace que no podamos ver casi nada de lo que se hace en el mundo hoy.

jueves, abril 20, 2006

BAFICI - Crónica V

Día Lunes 17. Concurro al Abasto para ver dos películas que había seleccionado previamente, seducido por las "temáticas" (palabra que detesto pero buehh, no hay tiempo para sinónimos).
La primera era un documental "Twist of Faith" a las 16:45. Como dije "seducido" - y finalmente engañado - ya que este film trataba supuestamente sobre un hombre que había sido abusado de chico por un cura católico.
Por supuesto que mi decepción tuvo un aviso cuando en los títulos descubrí que se trataba de un documental de la factory HBO. Pero fiel a los principios de todo buen espectador, decidí darle tiempo. Y lo poco que pude sostener la premisa. Inmediatamente conocimos al señor abusado, un hombre de unos 32 años. La verdad era difícil empatizar con él. Bombero, prototipo del yanqui promedio, grandote, rubio y con cara de tonto, desde un principio se me hizo muy dificil tenerle un minimo de respeto. En fin, este buen hombre contó como le destruyó toda su vida el hecho de que el cura hubiera abusado de él practicandole sexo oral cuando tenía unos 13 años. Todos sabemos lo terrible que es el abuso sexual y aún más a chicos. Y cuanto peor es cuando los abusos provienen de miembros de una Institución en la cual se predica el BIEN, el accionar moral, etc. etc. etc. El problema de este documental es que se hace insoportable. Digamos que si este hombre no pudo superar su trauma es comprensible, pero la reiteración de sus explicaciones sobre el tema realmente llega al hartazgo.
Todos estos documentales, sobre todo los del estilo de HBO, son insoportables. La victimización de la víctima (permítaseme la redundancia) se dramatiza hasta tal punto que uno puede llegar a sentir mas simpatía por el delicuente que por el damnificado.
Primero: jamás hay una autocrítica de la sociedad norteamericana por su escasa o nula conciencia social y conciencia sobre los peligros de la existencia. En fin la sociedad yanqui es absolutamente inconciente. Digamos que si bien aquí hay gente que hoy por hoy podría sospechar de mandar a sus hijos a un campamento con curas, allí directamente hay una confianza tan ciega, que provoca luego una irresponsabilización total de todos los actos. La familia de un chico abusado tiene la culpa por no haberle enseñado a no dejarse abusar por nadie asi sea que venga el propio Jesucristo en persona a proponerle las bondades del sexo oral. Eso hicieron conmigo, mi madre me lo dijo y repitió muchas veces, pero además, tiene que ver con algo más profundo, con lo dicho anteriormente: con la nula capacidad de diferenciar lo que está bien de lo que está mal. Y es obvio que eso no lo puede hacer una sociedad a la que no se le enseña a pensar. A mi me enseñaron, entonces, yo podía discernir por mi mismo que nadie me podía ofrecer realizar algun tipo de actividad en la cual yo no estuviera interesado, a menos que fuera por la fuerza.
En fin, esto vale para nuestra sociedad. Cuando hace unos post atrás hablé sobre la guerra de Malvinas, ya toqué ese tema. La estupidez humana, el paternalismo, la nula capacidad de pensar, la nula conciencia crítica, no son cosas ajenas a nuestra idiosincracia.
Lo que termina mostrando este documental es la incapacidad del hombre promedio yanqui para superar sus conflictos. En esa incapacidad para superar sus propios conflictos tal vez se cifre gran parte de la actitud irracionalmente violenta que tienen para con el exterior. Pero me fui de tema.
La cosa es que faltando cinco o diez minutos para terminar me fui de la sala porque ya no aguantaba mas este denso melodrama, y además porque estaba por empezar "Dealer" para la que ya tenia mi entrada.
"Dealer" del director alemán Thomas Arslan, cuenta la historia de Can, un inmigrante turco en Berlín, que se dedica a vender drogas en la calle. Después de insistir permanentemente para que abandone tal oficio, su mujer lo deja y se va con la hijita de ambos. El chico quiere cambiar. Su jefe le promete que abrirá un bar, pero es evidente que se trata de promesas falsas para retener al muchacho, a quien sabe noble y que no delatará a nadie. Pero a su jefe lo asesinan y allí se acaban las ilusiones de Can; quien brevemente abandona la venta de drogas por un trabajo usurario en la cocina de un restaurant. Mas cuando decide volver a su antiguo oficio es arrestado y condenado a prisión.
El film está bien construido. Tiene un estilo parco (¿otra vez hablando de como son los alemanes?) pero a la historia le cabe ese estilo. No es una película deslumbrante, está bien y alcanza los objetivos que busca. No hay mucho más que decir.

miércoles, abril 19, 2006

BAFICI - Crónica IV

Vengo atrasado. Es que este ritmo de laburo y festival no me dejan mucho tiempo para postear nada.
Día domingo 16. Fui al abasto a las 5 de la tarde y no conseguí entrada para la de Mekas "A Letter from a Greenpoint", uno de los directores evidentemente mas consumidos por el snobismo pseudo intelectual de este festival. Me dirán si yo no seré uno de ese grupo, pero debo decir que mi curiosidad por Mekas era genuina.
A las 19 vi "We Feed the World", un documental de Erwin Wagenhofer. Nada nuevo bajo el sol. La maquinaria de producción capitalista, el bochorno de una producción de alimentos que excede ampliamente lo que toda Europa puede consumir, mientras sabemos del hambre en los países subdesarrollados. Esta temática ha sido abordada muchísimas veces. El documental muestra como los modos de producción se industrializan en áreas del comercio que en algunos casos todavia son artesanales como la pesca o cierto tipo de agricultura. Como las cantidades que se producen y el dumping, destruyen las pequeñas economias (y si lo sabremos por estas tierras). Este documental no me aportó demasiadas cosas que no supiera, y ademas no fue innovador ni en el planteamiento del tema ni desde lo estructural. Eso no quiere decir que fuera malo, desde lo ideológico quedaba claro lo que se quería decir, el mensaje era contundente. Pero en un tema tan trillado como este, conviene encontrar nuevas ideas, nuevas abordajes y si se puede, nuevos tratamientos formales. Bueno, pido mucho, no?
Al no haber podido conseguir para la de Mekas volví a casa, con la intención de cenar y luego ir al Atlas Santa Fe, ya que le tenía ganas a "Two Girls", a las 23.
Debo decir que mis ganas fueron satisfechas. La peli me gustó mucho, puedo afirmar que, de las que vi, fue una de las que me dejó mejor impresión. El director es turco, se llama Kutlug Ataman. La película transcurre en Turquía, y la protagonista principal es una chica llamada Behive. Hija de una familia tradicional en la cual la mujer está sometida a la autoridad del hermano varón mayor, en este caso un tipo pelotudo, detestable y violento, y una familia que es pasiva ante la violencia del hermano con la hermana. Pero esta chica es de armas tomar.
Hacía mucho que no veía una historia con un personaje tan bien construído como el de Behive, y además tan bien actuado (no me pregunten el nombre de la chica, el turco no es mi fuerte y Pancho Ibáñez no me atiende el celular a esta hora). Una adolescente rebelde pero de buen corazón, tal vez un poco fundamentalista con los afectos. Cuando conoce a su amiga en la facultad, se hacen inseparables. Lo cual podría parecer raro al principio porque la amiga de Behive es en apariencia una chica medio superficial, preocupada bastante por lo estético y lo material. Cuando conocemos a la madre, entendemos los porqués. Sin embargo Behive hace que su amiga vaya de a poco liberando su rebeldía oculta. Pero el carácter de Behive va en contra de todo y termina chocando terriblemente con la hipocresía de todos los demas, hasta dejarnos una imagen de brutal soledad, ya que finalmente ni la amiga la comprende ni le hace caso.
Definitivamente es una película muy amarga, lo que hizo que la gente no se fuera del cine muy contenta, y de hecho, nadie aplaudió, lo que no sólo me sorpendió, sino que hizo que me diera aún más bronca este público estúpido que aplaudió gratamente una bazofia como Transamérica.
Lo que confirma una vez más que por más que la gente que viene acá tengan pretensiones de intelectuales, caen en todas las zancadillas del cine clásico yanqui, y se rien de situaciones de comedias y gags repetidos desde hace 80 años.
De todos modos a Two Girls se le pueden encontrar muchos clichés, pero es tan buena la construcción de los personajes, sobre todo el de Behive, es tan terrible lo que pasa y esta tan bien contado que uno se lo perdona. Ya sabemos que desgraciadamente la narración cinematográfica de occidente parece requerir si o si de los clichés para funcionar. Las orientales tienen los suyos también aunque no abusen de ellos.
Es un tema este de los clichés. Lindo para debatir en algún momento.
En breve, seguiremos con las crónicas de este flojito BAFICI 2006.

domingo, abril 16, 2006

BAFICI - Crónica III

Primer Sábado de Bafici. Vi una sola peli hoy: "Reflections", taiwanesa, del director Yao Hung-I. Por lo que leí hoy domingo en el diario del festival, de las de la Competencia Oficial, es una de las mas votadas por el público. Bueno, aquí en este festival hay mucho público que adora los films de oriente. Yo mismo me puedo considerar uno de ellos porque en general me gusta mucho el cine japones, el chino y el de otros países de ojos rasgados.
Hay una cierta tradición de cine oriental que se caracteriza por un tempo bastante moroso, como que por momentos se hace muy lento y si uno no anda bien dormido, puede provocar un efecto cabeceo. Sabido es que hay mucha gente que está en contra de este estilo, los que dicen que el cine debe ser acción permanente. Bueno, estamos acostumbrados a la escuela del cine comercial yanqui. Pero yo creo que la lentitud puede ser una virtud cuando los personajes, la historia, cargan con muchos significados aunque estos no se brinden de manera ágil. Y cuando la puesta en escena, el movimiento y la gestualidad de los personajes crean un clima. Cosa que nunca pasó con "Longing", tal vez por eso a mi me resultó aburrida.
En el caso de "Reflections" hay un clima, aunque por momentos también se pierde - esto siempre a mi modesto entender -. Sin embargo esos "baches" no llegaron a resultarme insoportables.
Creo que es muy difícil entender de que manera viven los distintos estados emocionales las personas de otras culturas, inclusive de otros países diferentes al nuestro. Por eso nos resulta raro a veces entender como se manejan esos estados emocionales en los personajes, por ejemplo, del cine oriental. Partiendo de esa base, siempre se nos va a hacer cuesta arriba la visión de sus obras. Yo que ya he visto mucho cine oriental creo que puedo entender un poquito mejor, pero tampoco tanto.
"Reflections" es sobre dos chicas amigas y "medio novias" si se me permite este concepto extraño, y estas chicas parecen ser felices hasta que una empieza a salir con un chico que, a la postre, fue novio de la otra tiempo atrás. Y ahi empiezan como siempre los quilombos, las culpas, las angustias, los sentimientos de soledad, que por otro lado tan bien refleja el cine oriental. Si bien he visto mejores sobre estos asuntos, se puede decir que la peli es buena. Uno no sale defraudado del cine, y esto, en este festival tan ecléctico, ya es bastante.
Todavía me quedo pensando en "Transamérica" y a medida que pasa el tiempo me parece más mala esa película. Creo que utilizar la transexualidad para intentar militar en las filas de lo "independiente" es bastante trucho, sobre todo teniendo en cuenta que es una película absolutamente comercial, con todos los clichés del género y destinada a un público masivo. No es película de festival, a mi juicio.
En fin, me fui de tema. En la próxima crónica, día domingo.

viernes, abril 14, 2006

BAFICI - Crónica II

Nada de viernes santo en el Bafici. Hoy me vi, a las 16:15 en el Atlas Santa Fe, "Longing", película alemana sobre un muchacho de campo, bombero voluntario, que está casado y aparentemente feliz con su mujer. La cosa es que el tipo tiene que viajar a otro pueblo con su brigada de bomberos y ahi conoce otra mujer y "supuestamente" se enamora. Digo supuestamente porque esta película muestra a unos personajes tan pero tan parcos, infinitamente alemanes y para colmo, de pueblo, que uno tiene que suponer casi todo lo que pasa. La verdad que el muchacho bombero no era muy agraciado que digamos, pero misteriosamente despierta una pasión sexual en las dos mujeres bastante fuerte. Estoy tentado en bromear sobre su condición de bombero. No es lindo, no parece muy piola, pero algo tiene. En fin, el tema es que la película tiene un ritmo demasiado lento para mi gusto, y no me gustaron los planos de los momentos de besos y/o relaciones sexuales entre el muchacho y sus dos mujeres. Es cuestion de gustos. La que está mejor es la mujer de él. Es a la que se le entiende más que carajo le pasa. Hay algo de la película que no me gustó. Digamos que no me terminó de cerrar. De ningún modo se entiende de que manera el bombero se enamoró de la otra mujer, y en general nunca queda claro nada de lo que pasa en la historia. A veces, las elipsis pueden resultar interesantes, pero cuando en la historia todo pasa demasiado adentro de los personajes y no hay diálogos ni acciones que sugieran nada, la cosa se hace poco empática. Gustos son gustos, a mi me aburrió.
Luego volví al Atlas Santa Fe (cine de los viejos, como a mi me gustan, como el América que por desgracia este año no está afectado al festival) a las 22:45 para ver "Transamérica". Este film es un film típicamente yanqui, con lo bueno que puede tener que a pesar de tener ciertos baches narrativos y licencias que no son justificables, uno no pierde la atención de la pantalla ni un minuto. Es una historia que tiene muchos clichés, o mejor, que tiene casi todos los de una comedia de este tipo. Stanley es un hombre que padece de "disforia de género", digamos más sencillamente que es transexual, o sea que nació hombre pero es mujer. La cosa es que cuando a Bree (su nombre de mujer) le falta solo una semana para operarse y convertirse definitivamente en mujer, le aparece un hijo que había tenido en su etapa de varón. Bueno aquí comienza la comedia de enredos, ya que para autorizarle la operación debe resolver su situación con su hijo. Es una comedia típica, y si bien cae en muchos clichés, queda el sinsabor de una dificil posibilidad de recuperar una idea de paternidad y / o maternidad, aunque, convengamos que a este transexual no le importaba mucho su hijo hasta que apareció, primera de las supuestas licencias del autor. Es decir que hay un error de construcción del personaje de Stanley/Bree: si era tan activista luchadora de la verdad, tan ético su proceder, no se entiende como había dejado un hijo tirado por ahí. En fin, la historia funciona al mejor estilo yanqui. Nada más.
Fin de la jornada.
Pero antes no puedo dejar de comentar lo terrible que me parecen las supuestas "charlas" con los directores en la "post proyección". No puede la gente ser más estúpida. Ya el miércoles, en el Abasto, al director de Lucy le hicieron unas preguntas, bueno, lo peor es que no son preguntas, son comentarios, tan patéticos, que el propio director se río en la cara de casi todo ellos. Además de nunca faltar el pelotudo que hace la pregunta en alemán para lucirse, y la pregunta en alemán fue: El lavarropa funcionó? (Haciendo mención a un hecho totalmente irrelevante sobre un lavarropa que no tenía ninguna importancia en el relato). No pueden ser tan estúpidos. Hoy con la directora de Longing sucedió lo mismo: un terrible boludo empezó a hablar en un inglés pésimo, y lo peor es que no hizo ninguna pregunta y todo el mundo se río de él. La verdad es vergonzoso el espectáculo de la pseudointelectualidad argentina.
Y como frutilla del postre, hoy en la proyección de Longing, un grupito de chicas de esas que tan bien y justificadamente odia mi amigo el Licenciado Kanal se pusieron a reír a caracajadas en el momento en que el protagonista se suicida. El colmo del snobismo más boludo, increíblemente patético. Y lo peor, no contentas con eso, estas muchachas pidieron disculpas luego, en la charla con la directora, aludiendo que se tentaron por la situación. Nada más para agregar.

BAFICI - Crónica I

Empezó el Bafici. 8º Festival internacional de cine independiente de buenos aires. Puf. Que largo. El miércoles concurrí al abasto a ver una película (luego de una ardua selección de acuerdo a lo que consideré que podía agradarme). Lucy, película del director alemán (que estuvo en la post proyección contestando las terribles boludeces que le preguntaron) Henner Winckler. Es la historia de una chica de unos 18 años que ha tenido un bebé, pero que obviamente tiene menos intenciones de hacerse cargo del mismo que de salir a bailar con sus amigas. La peli refleja bastante bien la conflictividad de la adolescencia de estos tiempos. Adolescentes que no pueden ni quieren entrar en un mundo adulto, además de no poder establecer relaciones sólidas con nadie. La película tiene una mirada muy escéptica que está buena. Es un poco fría a mi gusto, pero no olvidarse que son alemanes. No le pidamos peras al olmo. Pero vale la pena verla por lo menos para discutir sobre el tema. El jueves concurrí al Atlas Santa Fe a ver Rabbit Pix, de James Herbert. Película que transcurre en Roma (principalmente en ciertas aldeas cercanas a Roma) aunque en realidad transcurre no es el verbo que le corresponde. Porque está película no tiene contenido. Solo se trata de un fotográfo que filma a amigos y amantes desnudos, en poses supuestamente interesantes, la mayoría de ellas clichés de un erotismo totalmente banal y demodeé. A cualquiera le podrá recordar a las peliculas pretendidamente pornos de los 50 o 60, donde había una supuesta intención de no parecer films con fines unicamente masturbatorios, con lo cual el "arte" consistía en encuadres, tipos de iluminación y poses de los protagonistas que le dieran ese valor agregado. En fin, habrá algunos a los que les haya gustado.
Hasta aquí la primer crónica de lo visto por ahora en el Bafici. Seguiremos informando.

martes, abril 04, 2006

Las Malvinas, otro despropósito absurdo de patrioterismo

Todavía me sigue pareciendo incomprensible que hablemos de "Las Malvinas Argentinas". Si bien sé desde hace mucho tiempo que la sociedad argentina carece de toda reflexión sobre su historia y su presente político y social, aún me sigue llamando la atención poderosamente que a NADIE se le haya ocurrido pensar que tan Argentinas (si, las mayúsculas suelen reforzar el pelotudo patriotismo) son estos dos pedacitos de tierra en el medio del Atlántico.
En primer lugar las Malvinas jamás tuvieron un habitante criollo ni español. La verdad es que a los españoles ya se les hacía bastante difícil cuidar el extensísimo territorio del cual eran dueños en América como para preocuparse por dos islas de mierda en las que no podían hacer nada positivo más que cagarse de frío. Como es sabido la soberanía de las Malvinas nunca le importó demasiado a la corona española y menos a los gobernantes argentinos por lo menos hasta bien entrado el siglo XX. Rosas quiso cambiárselas a los ingleses por el empréstito de la Baring Brothers. En fin, ya sabemos que ni a los liberales ni a los supuestos federales como Rosas les importaban las Malvinas.
Pero sinceramente creo que no viene al caso discutir esto, porque sabemos que la clase dirigente argentina utiliza cualquier cosa en beneficio propio. La autonomía y la soberanía del país se regalaron a empresas multinacionales y nadie se quejó. YPF es el ejemplo.
Y las Malvinas ... de verdad a que Argentino antes del despropósito criminal de Galtieri le parecía importante este temita? No tiene este bendito país extensiones generosísimas de tierras, mucho más ricas en recursos naturales que esas dos islas de mierda, en las que solo hay rocas y un viento constante e insoportable? Y no están esas extensiones de terreno absolutamente desperdiciadas? Y cuando se utilizan, además, se utilizan mal. Porque el capitalismo destruye los recursos. El caso de la soja es un ejemplo, las tierras inútiles que quedarán ... La deforestación de la selva misionera ...
Y a los ingleses hace mucho no le interesan las Malvinas. Evidentemente son sólo un gasto de mantenimiento para su Estado. No producen nada. No tienen recursos. Pero igual no nos las devolverían porque ellos mantienen siempre en su alma el espirítu de colonizadores. Y la verdad, gran favor nos hacen en no devolvérnoslas. Además, ellos las colonizaron y las poblaron, cual es nuestro derecho adquirido? Que estan sobre nuestra plataforma submarina? Entonces la isla Martin García debería ser uruguaya, y Cuba (perdon queridos cubanos) debería ser yanqui o mexicana.
En las Malvinas jamas hubo ni un español, ni un criollo, ni un argentino. Jamas se les ocurrió ir y poner una bandera.
Porque no pensamos mejor en la gente de Tartagal. Ese si es nuestro país.

Y una última cosita ... convertimos al 24 de marzo en feriado y dejamos el 2 de abril como recordatorio de una infausta guerra declarada por un gobierno ilegal y criminal. Paradojas de nuestra Argentina ... un país en serio.